Un padre para la historia
Padre, que orgullo siento por ti mi padre querido, por tus consejos y el bien que me enseñaste,
porque nunca me diste todo cuanto me antojaba, me enseñaste a ganármelo,
no me diste lo mejor para que fuera ostentosa, me enseñaste la belleza en aquello que es sencillo,
nunca me enseñaste a superar a los demás, me enseñaste a superarme yo misma.
Cuando tuve un fracaso no me dijiste cómo resolverlo,
me alentaste para que siguiera adelante y mirara el fracaso como un camino al éxito,
me enseñaste que no puedo vivir criticando la sociedad,
que debo ser ejemplo y orgullo para mi sociedad,
me dijiste que no abrigará el odio, que donde alguien plantara odio.
sembrará paz e inorara la maldad.
Eres un ser bondadoso, lleno de paz y sabiduría, porque amas la justicia y luchas por la verdad,
justicia y rectitud en demasía que de niña no apreciaba su valía y en la adolescencia mucho menos comprendía. Cuánto te agradezco te ocuparas de enseñarme mis raíces, mi cultura...
para que estuviera orgullosa del suelo que me vio nacer.
Me enseñaste a obrar con caridad por la nobleza de los sentimientos que te adornan,
caballero distinguido que has compartido tantas veces tu pan con el menos afortunado,
como te admiro papá, forjador de sueños de libertad, hacedor de tanta filantropía en nuestra sociedad.
Admiro tus celestiales valores, los que me inculcaste a mí y a toda la familia, gracias papá por guiarme de tu mano en senderos de flores, por cada palabra de aliento en mis momentos más tristes, por tus elocuentes silencios que me calman dulcemente.
Tu mirada sabia y profunda y tu expresión serena me enseñaron la presencia y el tesón que se lucha en momentos de adversidad, eres torbellino de ratos divinos, admirado testarudo aferrado a convicciones que denigran la sociedad y condenan al impuro. Dueño de respetados ideales, defendiéndolos sin perder calma ni razón, firme luchador por las injurias e injusticias.
Gracias papá por enseñarme nobles valores, el amor, la rectitud y compasión, la justicia, el trabajo, la verdad y el perdón, porque te desvelabas como lo hacía mamá, cuánto atesoro tu amor paternal, eres un padre para la historia, como tú hay muy pocos y me honro en tenerte a ti mi padre querido.
Hoy y siempre mi amor te entrego, a Dios agradezco ser hija de quien tanto admiro y quiero.
Gracias papá tu legado de amor, por toda la devoción, el amor, la ternura y el cuidado que has tenido para nosotros que somos tu hogar.
Te bendice mi corazón.
porque nunca me diste todo cuanto me antojaba, me enseñaste a ganármelo,
no me diste lo mejor para que fuera ostentosa, me enseñaste la belleza en aquello que es sencillo,
nunca me enseñaste a superar a los demás, me enseñaste a superarme yo misma.
Cuando tuve un fracaso no me dijiste cómo resolverlo,
me alentaste para que siguiera adelante y mirara el fracaso como un camino al éxito,
me enseñaste que no puedo vivir criticando la sociedad,
que debo ser ejemplo y orgullo para mi sociedad,
me dijiste que no abrigará el odio, que donde alguien plantara odio.
sembrará paz e inorara la maldad.
Eres un ser bondadoso, lleno de paz y sabiduría, porque amas la justicia y luchas por la verdad,
justicia y rectitud en demasía que de niña no apreciaba su valía y en la adolescencia mucho menos comprendía. Cuánto te agradezco te ocuparas de enseñarme mis raíces, mi cultura...
para que estuviera orgullosa del suelo que me vio nacer.
Me enseñaste a obrar con caridad por la nobleza de los sentimientos que te adornan,
caballero distinguido que has compartido tantas veces tu pan con el menos afortunado,
como te admiro papá, forjador de sueños de libertad, hacedor de tanta filantropía en nuestra sociedad.
Admiro tus celestiales valores, los que me inculcaste a mí y a toda la familia, gracias papá por guiarme de tu mano en senderos de flores, por cada palabra de aliento en mis momentos más tristes, por tus elocuentes silencios que me calman dulcemente.
Tu mirada sabia y profunda y tu expresión serena me enseñaron la presencia y el tesón que se lucha en momentos de adversidad, eres torbellino de ratos divinos, admirado testarudo aferrado a convicciones que denigran la sociedad y condenan al impuro. Dueño de respetados ideales, defendiéndolos sin perder calma ni razón, firme luchador por las injurias e injusticias.
Gracias papá por enseñarme nobles valores, el amor, la rectitud y compasión, la justicia, el trabajo, la verdad y el perdón, porque te desvelabas como lo hacía mamá, cuánto atesoro tu amor paternal, eres un padre para la historia, como tú hay muy pocos y me honro en tenerte a ti mi padre querido.
Hoy y siempre mi amor te entrego, a Dios agradezco ser hija de quien tanto admiro y quiero.
Gracias papá tu legado de amor, por toda la devoción, el amor, la ternura y el cuidado que has tenido para nosotros que somos tu hogar.
Te bendice mi corazón.
Etiquetas: papa
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio